Un diálogo entre diversas maneras de pensar y vivir la vida.
Como en todo diálogo, lo importante es la relación que se genera a través del pensamiento, es ella la que permite superar las diferencias que nos impiden arribar a aquel espacio común y creativo, una síntesis de cada ser en su pensamiento.
Tienes que permitirte comenzar a construir una perspectiva propia. La tarea recurrente es pensar. Cuando uno piensa, se libera; no depende de pensamientos ajenos sino que se relaciona con ellos otorgando un sentido particular a su vida.
Del Libro El Arte de la Guerra & El Camino del Guerrero.
Sabiduría y compromiso
Una de las características del sabio es su compromiso con los que no han alcanzado (aún) la sabiduría. Dicho compromiso establece un vínculo con el otro, que se convierte entonces en discípulo. Este supremo compromiso del sabio es el de compartir. Pues sólo cuando el sabio comparte, existe un discípulo y existe entonces un maestro. Si ningún sabio compartiera su sabiduría no existiría nadie para reconocerlo como tal. Sólo existen sabios cuando la sabiduría es compartida. Es más, podríamos decir que sin el acto de compartir, no existe sabiduría. Una persona sola no puede ser sabia, debe descender y compartir con otros aquello que ha develado.
La sabiduría es un encuentro entre alguien que busca y alguien que amablemente accede a compartir lo que ha encontrado. Se trata, claro está, de algo compartido. Y este acto de compartir es un acto de amor.
Sería maravilloso y provechoso que todos compartiéramos lo que sabemos y buscáramos con dedicación lo que ignoramos. Pienso que todos somos discípulos y también maestros, sin duda lo sabemos, pero nos falta diálogo e interés por lo que el otro tiene para decirnos.
Cara a cara con la sabiduría
Es en el acto de preguntar y preguntarnos desde la reflexión lo que nos permite actualizar la sabiduría contenida en una obra. Solemos leer un texto y quedarnos con una lectura que sentimos parcial o previamente acotada a un determinado ámbito. Debemos saber que la sabiduría es como un comodín, no puede ser limitada pues, por definición, es omniabarcante, es metáfora viva, apertura permanente. Podemos tomar como ejemplo al primer libro de la Biblia: el Génesis. La sabiduría de este texto bíblico es tan grande que seguimos interpretando y preguntando por él. Cada vez que lo leemos nos encontramos con más cuestiones y también con más respuestas.
A continuación presentamos una serie de obras conceptuales que se han enriqueciendo con el devenir del tiempo, nuestro desafío es continuar interpretándolas para encontrar y contemplar entre líneas esos destellos de sabiduría.
Esta será una lectura de muchas posibles, pero intenta ser aquella que nos acerque al aspecto más existencial del texto.
Para el lenguaje de la fotografía, “velarse” significa borrarse. Esa fue la suerte de estos textos, muchos han desaparecido simplemente porque no se revelaban como prácticos, útiles o aplicables. Al no revelarse, quedaban velados. Hoy nos animamos a retomarlos para interpretarlos y hacer uso de nuestra libertad de leer; también nos permitimos escuchar y opinar sobre lo que otros han pensado sobre ellos. Es así como intentamos aportar algo a este diálogo interminable con la sabiduría…
Sólo se encuentra la vida
Togo Shigekata
tras la conquista del miedo y la muerte
en la intimidad de tu propia mente.
Triunfar sin combatir
En las Notas sobre las Reglas Marciales, está escrito lo siguiente: «Ganar primero, combatir después, lo que he dicho en dos palabras es ganar antes. La riqueza del tiempo de paz es permitir la preparación marcial para el tiempo de conflicto. Con quinientos aliados, se puede derrotar a una fuerza contraria de diez mil hombres.» Cuando uno intenta tomar el castillo de un adversario y es necesario retirarse, hay que replegarse, no siguiendo la carretera principal sino las carreteras secundarias.
Desintegración.
La desintegración le llega a todas las cosas. Cuando una casa, una persona, o un adversario se derrumba, se desmorona saliendo del ritmo del tiempo.
En el arte de la guerra en sentido amplio, también es esencial encontrar el ritmo de los adversarios a medida que lo pierden, y perseguirlos para que no se abra ninguna brecha. Si dejas pasar los momentos vulnerables, existe la posibilidad de un contraataque. En el arte individual de la guerra, también sucede que un adversario pierda el ritmo en el combate y empiece a derrumbarse. Si no aprovechar esta oportunidad, el adversario se recobrará y empezará a presentarte dificultades. Es esencial seguir con atención cualquier pérdida de posición por parte de tu contrincante, para impedirle que se recupere.
Miyamoto Musashi
Siendo fiel a tus objetivos
Tengo la impresión de que los jóvenes samurais de hoy se fijaron objetivos lamentablemente bajos. La inmensa mayoría buscan sólo su interés personal o el hacer alarde de su inteligencia. Hasta los que parecen tener el alma serena muestran sólo una fachada. Esta actitud no es conveniente.
Es preciso conocer el fin hacia el que debemos dirigir nuestras acciones. En cuanto conozcamos la esencia de todas las cosas, habremos alcanzado el estado de perfección que nos habíamos propuesto.
Confucio
La actitud Kaizen (cambiar para mejorar)
Me contaron que un señor avanzado en edad dijo: «El samurai debe entrenarse toda su vida» y hay, para esto, una razón. Al principio, incluso en casos de práctica regular, no tenemos la impresión de progresar. Nos sabemos torpes y vemos a los otros con la misma impresión. A este estadio, inútil es precisar que no se es de utilidad para el servicio del daimyo. Cuando se alcanza un estadio medio, todavía no somos de gran utilidad si no nos damos cuenta de nuestras deficiencias y comenzamos a observar las imperfecciones de los otros.
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