Entendiendo la enfermedad como una distorsión de la energía reguladora de todo el sistema vital del hombre, la carga energética proveniente de las gemas permite regular esa alteración.
Patricia Conti
La Energía Infinita está siempre presente esperando ser usada.
Si bien el nombre de la práctica que nos ocupa es gemoterapia, lo cierto es que a veces nos referimos a nuestros elementos curativos en términos de gemas, en otras los mencionamos como piedras y en ciertas ocasiones usamos la denominación cristales. Si bien desde el punto de vista de la mineralogía más estricta pueden señalarse diferencias, ellas no son verdaderamente importantes cuando la finalidad es armonizadora y curativa. Utilizamos estos términos como sinónimos, ya que siempre nos estamos refiriendo al reino mineral.
El benéfico efecto de las gemas no reemplaza de ninguna manera la consulta al médico ni el acatamiento de sus indicaciones. La utilización de la energía de las piedras siempre debe sumarse a las indicaciones médicas y nunca, jamás reemplazarlas.
Clasificación de las gemas de acuerdo a su origen
Una primera y posible manera de comenzar a conocer las piedras es dar cuenta de su clasificación de acuerdo a su origen. Teniendo en cuenta su procedencia, las gemas se agrupan en tres conjuntos:
• Magmáticas
Tienen su origen en el magma o en los gases interiores de la tierra y en las corrientes de lava volcánica que ascienden a la superficie del planeta. Entre este tipo de rocas cabe mencionar al cuarzo, mineral conformado por masa de roca fundida. A medida que se enfría y se endurece, los átomos se van uniendo hasta lograr la regularidad necesaria para determinar la forma y la composición del cristal. A este tipo de minerales también se los conoce como ígneos.
• Sedimentarias
Se forman por acumulación de sedimentos que —sometidos a la acción de poderosos factores de erosión, tales como el agua, el hielo y el viento— acaban consolidándose y cristalizando, conformando de esa manera la piedra en cuestión. Se encuentran dispuestas en capas o estratos y suelen formarse en las desembocaduras de los ríos y en el fondo de lagos, mares y valles. La caliza pertenece al grupo de las rocas sedimentarias.
• Metamórficas
Nacen de la recristalización de ciertos minerales cuando estos son expuestos a grandes presiones y altas temperaturas en las regiones más profundas de la corteza terrestre. Esos dos factores antes mencionados provocan cambios o metamorfosis (de ahí su nombre) en los minerales, los cuales deben reorganizarse, creando nuevas estructuras. El diamante es una gema correspondiente a este grupo.
Los colores de las gemas
Por su coloración, las piedras (o, para ser más exactos, los minerales) pueden agruparse en tres conjuntos:
- Idiocromáticas
Expresión que significa algo muy cercano a la idea “autocolorearse”. Este grupo debe su tonalidad a elementos que forman parte esencial de su composición.
- Alocromáticas
Término que significa algo así como “coloreado por otros”. Los minerales que se engloban dentro de este segundo conjunto deben su o sus colores a pequeñas cantidades de impurezas que no conforman su parte esencial y que generalmente son metales, tales como el hierro, el cobre y el manganeso. Son capaces de adoptar muchas coloraciones diferentes dependiendo de las impurezas que posea.
- Pseudocromáticas
Palabra que significa “de color falso” y que se debe a que, en estos casos, la tonalidad del mineral en cuestión proviene de la estructura física del cristal. Uno de los casos más conocidos es el del ópalo, compuesto por capas microscópicas de sílice que hace que la luz se descomponga al pasar por ellas.
Acerca del simbolismo de las piedras
“La piedra es un símbolo del ser, de la cohesión y la conformidad consigo mismo. Su dureza y duración impresionaron a los hombres desde siempre, quienes vieron en la piedra lo contrario de lo biológico, sometido a las leyes del cambio, la decrepitud y la muerte”. (Eduardo Cirlot en Diccionario de símbolos)
Se trata de un sistema preventivo y terapéutico basado ciento por ciento en leyes naturales, no agresivo y absolutamente carente de toxicidad alguna. No utiliza ningún tipo de droga o sustancia química que pueda tener contraindicaciones, sino que cuando se la pone en práctica sólo se apela a la energía que la gema ha acumulado durante los miles y miles de años que llevó su evolución, para lograr mediante ella una regulación de la energía del cuerpo humano.
Principales modalidades para utilizar las gemas con fines curativos y armonizadores:
La energía equilibradora y curativa que emana de las distintas gemas podemos obtenerla a través de distintos procedimientos o métodos. Ellos son:
- Joyas
Portar la o las gemas en una joya (un anillo, una pulsera, un dije colgado de nuestro cuello mediante una cadenita) permite que estemos en contacto con las emanaciones energéticas del mineral durante todo el tiempo que usemos la joya en cuestión. Además, aportará a nuestro aspecto un toque de belleza y distinción.
- Colocación debajo de la almohada
Otra modalidad muy extendida que permite gozar de los beneficios energéticos que proporcionan las piedras es colocar una de ellas — la adecuada a nuestros deseos u objetivos— debajo de la almohada sobre la cual apoyamos la cabeza para dormir. De esa manera, a lo largo de toda la noche sus vibraciones vendrán hacia nosotros.
- Auxiliares en la meditación
Quienes tienen el saludable hábito de meditar, realizar visualizaciones creativas u otras prácticas afines, encontrarán en las gemas poderosas compañeras de camino.
- Elixir de gemas
Cuando se opta por esta modalidad —muy extendida y, tal como el lector podrá apreciar, frecuentemente aconsejada en el presente volumen— las vibraciones de la gema se trasladan a un líquido bebible (preferentemente agua mineral sin gas, que es el más neutro) y, al ingerirlo, penetran en el interior de nuestro cuerpo y desde allí actúan. Para que esto suceda, debe dejarse la gema en cuestión durante un tiempo relativamente breve en una cantidad importante de agua, luego retirarla y proceder a beber el líquido.
- Elixir concentrado de gemas
Parecido pero diferente al anterior, el elixir concentrado de gemas se logra con un procedimiento similar, pero la gema en cuestión se deja en el agua por mucho más tiempo y, una vez conseguido, se toman dosis muy pequeñas que se miden en gotas.
- Armonización de ambientes
Otra forma muy usual de gozar de los beneficios energéticos de las gemas es colocarlas en los ambientes, con cual se añade, además, un toque ornamental y decorativo. Resulta tan efectivo poner una piedra pulida, como un adorno realizada con ella: una figura, estatua, vaso, etc.
- Disposición
Se conoce con este nombre a la colocación de una o varias gemas sobre una determinada zona del cuerpo, de manera tal que envíe sus vibraciones energéticas. Existen dos modalidades básicas: la directa, que consiste en poner la piedra exactamente en el lugar afectado (por ejemplo, colocar una gema sobre una articulación dolorida cuando hay un problema de artrosis o sobre el estómago si hay dolor de estómago) y la indirecta, que consiste en actuar sobre los chakras, núcleos energéticos que tienen influencia sobre determinadas áreas, órganos o funciones del organismo. De esa manera, colocando una gema sobre el perineo (zona entre los genitales externos y el ano) se influye sobre problemas intestinales, piernas y pies, ya que esa es la sede del chakra raíz, que es la usina que procesa la energía que va hacia los miembros y el órgano antes mencionado.
- Masajes
Tal como el lector seguramente ya lo habrá intuido, en esta modalidad se trata de realizar masajes con una gema apropiada a los fines que se quieren lograr.
- Agua energizada
Método emparentado con el elixir de gemas, en él también se procede a cargar con el fluido energético de la piedra a una determinada cantidad de agua, pero en este caso se la utiliza externamente. Los dos procedimientos más habituales consisten en energizar el agua donde se tomará un baño de inmersión, por un lado, y en realizar lavajes o fomentos, por otro.
- Crema energizada
Las cremas energizadas con gemas constituyen uno de los procedimientos más novedosos, debido a que durante mucho tiempo se dudó acerca de si las vibraciones energéticas de las gemas podrían trasladarse a través de un medio que (al contrario que el agua y el aire) resulta de una densidad considerable. Hoy en día, la gemoterapia ha comprobado que no sólo la energía de la gema se traslada cómodamente a través de una sustancia cremosa, sino que ésta constituye un adecuado lugar de conservación de esas tan preciadas energías.
Existen otras formas de beneficiarse con las emanaciones energéticas de una gema o cristal cuya utilización no se prescribe en el presente libro, tales como los péndulos o la utilización de cristales en el Reiki.
Hasta ahora la gemoterapia ha encontrado que sólo un muy reducido número de ellas tiene propiedades curativas y armonizadoras. Pero conforme las investigaciones sigan avanzando, es más que probable que el listado de piedras con esas características se engrose, ya que se supone que las gemas que hoy no consideramos curativas, se debe simplemente a que desconocemos tales cualidades acerca de ellas.
Diccionario de gemas
- Ágata de encaje azul
- Ágata musgosa
- Ágata de fuego
- Ágata dendrítica
- Aguamarina
- Amatista
- Amazonita
- Ámbar
- Citrino
- Cornalina
- Cristal de roca
- Cuarzo ahumado
- Cuarzo rosa
- Cuarzo rutilado
- Esmeralda
- Heliotropo
- Jade
- Jaspes
- Lapislázuli
- Malaquita
- Obsidiana
- Pirita
- Rodocrosita
- Rubí
- Selenita
- Turquesa